El fotógrafo Menno Aden empezó su carrera fotografiando las habitaciones de sus amigos en Berlín, una ciudad conocida por la vida modesta, los arriendos baratos y los departamentos muy pequeños. Inspirado por las vidas y pertenencias dispersas de sus compañeros, desarrolló la serie Room Portraits -a través de vistas a vuelo de pájaro-, como una nueva manera de retratar a las personas y sus formas de habitar el espacio reducido.
A través de esta nueva perspectiva, las fotografías de Aden logran capturar la personalidad y la esencia de los habitantes de cada habitación, sin tener que dar la cara. Con trípodes y otros métodos logra obtener la altura adecuada, usando un lente gran angular para capturar el ambiente en su totalidad.
La perspectiva transforma las plantas de los espacios en vistas tridimensionales. Traducidas a fotografías expuestas en una galería, la imagen resultante puede ser desorientadora, traicionando en un primer momento su identidad como dormitorios o salas de estar.
Las camas sin hacer aparecen como manchas de colores, las alfombras y los suelos como una trama de fondo y los muebles y objetos como figuras geométricas. Aunque los elementos personales de cada residente están presentes, la perspectiva crea una desconexión, haciendo que cada cosa forme parte de un total en lugar de un objeto específico y aislado.
La vista aérea también traiciona la limpieza de una habitación. Las superficies actúan como un espacio negativo, incluso la más desordenada de las habitaciones parece de alguna manera ordenada. El trabajo de Aden fusiona los planos de planta con el retrato, mostrando la belleza de la vida en un espacio pequeño para convertirlo en una obra de arte.
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